Abraham Haim presenta su libro de memorias “Mi Sefarad: cuatro décadas con los españoles y el espacio iberoamericano” y afirma que la historia de Sefarad se resume en tres palabras encuentro, desencuentro y reencuentro”
El libro de memorias de Abraham Haim, Mi Sefarad cuenta con 28 capítulos, 940 páginas y 1.730 gramos de peso que dan amplio testimonio del reencuentro con Sefarad durante los últimos cuarenta años de historia. Considerado como uno de los mayores especialistas, Abraham Haim se ha ganado el cariño de España siendo uno de los grandes embajadores de nuestra historia, defensor de la convivencia y la paz. Le entrevistamos en exclusiva para Marom Connect Literatura Judía e Israelí en el Hotel Inglés de Valencia antes de la presentación del libro.
Abraham Haim relata que su amor con Sefarad tiene signos proféticos. Su fecha de nacimiento, un 6 de diciembre coincide con la Constitución española y añade que al cumplir su mayoría de edad como judío, a los 13 años, le correspondió la lectura del profeta Abdías, en cuyo libro de un solo capítulo, hace referencia a “los desterrados de Jerusalén están en Sefarad”.
El libro de Haim recoge los secretos de una Sefarad con miles de reencuentros, entre ellos con el Rey emérito Juan Carlos I, con el que tuvo “mucha química”. Surge cuando un diplomático español, con el que le une gran amistad, le anima a escribir una vida llena de experiencias y reencuentros de la España judía. Haim dice, con su media sonrisa irónica que “este libro tiene dos padres del mismo sexo, el que tuvo la idea y el autor que la escribió”.
Una frase de Jorge Luis Borges arranca esta magna obra, “de los diversos instrumentos inventados por el hombre el más asombroso es el libro, todos los demás son extensiones de su cuerpo, solo el libro es una extensión de la imaginación y de la memoria”.
Dedicado al amor de su vida, su mujer Dania, a quien durante los últimos 50 años siempre escuchó y recibió el necesario apoyo, comprensión y fuerza para cumplir una misión encomendada por el destino y un profeta en el reencuentro con Sefarad tras más de 500 años de olvidos. Arranca su historia con el relato de una beca que consiguió del Gobierno de España, a través de su consulado general en Jerusalén, para aprender español en Salamanca en 1979. Entre sus páginas figura al detalle los dos encuentros con el Rey emérito con el que reconoce “una gran química desde el primer momento”.
España está ya en la fase de reencuentro y recibe a los judíos como iguales reconociendo la nacionalidad a los sefardíes.
Su libro contempla 40 años de vivencias en Sefarad, desde que se fue a Salamanca a estudiar español cuando usted hablaba en la infancia ladino ¿Cuál ha sido el gran aprendizaje de esta Odisea Sefardí?
Llegué a Salamanca como alumno con 38 años, casado y padre de tres hijos. El libro recoge documentalmente anécdotas, encuentros y vivencias de una gran variedad que hacen difícil elegir una que sintetice tantos años de experiencias, desde encuentro con el Rey emérito, académicos, diputados, senadores, alcaldes. Quizás la audiencia con el Rey sin tener en mi caso ningún cargo o relevancia fue muy importante para mí.
¿Qué recuerdo tiene de su encuentro con el Rey?
Recuerdo especialmente la química que he tenido con el Rey emérito Juan Carlos I. Es muy comunicativo y humilde, con una conversación fluida. Le dije que los mejores embajadores de España en el mundo son los sefarditas. Los dos encuentros que tuve con el Rey fue una culminación de mis encuentros con los españoles que relato en el libro Mi Sefarad. Sobre la revocación del edicto de expulsión me dijo que no fue necesario revocarlo ya que lo había declarado antes, en el año 90 en una visita a la comunidad sefardita de Los Ángeles en EE. UU. España está ya en la fase de reencuentro y recibe a los judíos como iguales reconociendo la nacionalidad a los sefardíes.
¿Cómo resume la historia de Sefarad?
La historia de Sefarad se resume en tres palabras encuentro, desencuentro y reencuentro.
¿Qué supuso la expulsión de 1492?
Los tres hechos históricos de mayor gravedad de la historia de los judíos son la destrucción del templo de Jerusalén en el año 70 y la pérdida de la soberanía judía de la Tierra Santa. El segundo evento gravísimo fue la Shoá, con el Holocausto y pérdida de más de seis millones de vidas, un tercio de su población. Más de un 80% de los sefardíes fue exterminado. No lo olvidamos. Y el tercero fue la expulsión de Sefarad.
¿Comentaba que el 80% de los sefardíes fueron asesinados en la Shoá?
Sí, las comunidades sefarditas en Salónica, Rumanía y en la ex Yugoslavia fueron las que más sufrieron el nazismo y el exterminio con más del 80% de los hombres, mujeres y niños.
¿Cuáles son sus raíces sefardíes?
Mi origen sefardí viene por los apellidos. Una rama emigró a Bosnia para acabar en Hebrón (Palestina otomana) en 1856. Mi bisabuelo se casó con la hija del gran Rabino de Sarajevo, que vivía en Hebrón. Son los apellidos Reina y Pereira por parte de madre. Por parte de padre, desciendo del gran rabino en Tierra Santa Abraham Haim, entre 1842 hasta su muerte a 1848. La rama sefardí se mezcla con la rama iraquí, de Bagdad y Basora.
Hay muchas iniciativas, desde museos sefardíes como en Béjar, Toledo y Gerona. O también institutos en Buenos Aires o en Caracas
¿Qué fue de los judíos conversos en España de los que nadie se acuerda?
Miles de judíos que quedaron en España como conversos pero sufrieron la Inquisición e emigraron al Nuevo Mundo donde crearon muchas comunidades que conocemos como de los conversos. En el siglo XVII tanto en Europa occidental como en el nuevo mundo tenemos el proceso del regreso al judaísmo, de cristianos nuevos a judíos nuevos. Este fenómeno continuo hasta hoy en día y también en la búsqueda de las raíces que permitieron durante tres años obtener la nacionalidad española aquellos que demostraron su origen sefardí.
¿Por qué es tan complicado para un español con raíces y apellidos sefardíes su reencuentro con el judaísmo?
Se abre un proceso, que no es fácil. Conozco casos que lo han conseguido y son felices.
En estos 40 años ha viajado por toda España, ¿cuál sería el ejemplo de la recuperación del patrimonio judío?
Es muy difícil de decir. Cada lugar tiene su propia característica. Mi libro es un testimonio del reencuentro de los españoles con sus orígenes sefardíes. Hay muchas iniciativas, desde museos sefardíes como en Béjar, Toledo y Gerona. O también institutos en Buenos Aires o en Caracas. Desde cada lugar o municipio se ha tomado un rumbo para conectar y poner en valor sus raíces sefardíes. Personalmente en mis viajes no he encontrado algo similar sobre el reencuentro en palabra escrita. Es una placa en la Sinagoga mayor de Calatayud, traducido del árabe como la Fortaleza de los Judíos, y en cuyo texto dice “La Sinagoga Mayor de la judería de Calatayud fue restaurada el 15 de mayo de 1995 como muestra patente de íntimo y emotivo homenaje del Ayuntamiento y vecinos de la ciudad a la comunidad Sefardí dispersa por el mundo, ejemplo vivo de fidelidad con su fe y herencia milenaria la cual tendrá siempre en nuestros hogares y en nuestros corazones una entrañable Sefarad dispuesta a acogerles en un abrazo fraterno”.
¿Qué opina de esta nueva ola de antisemitismo en Europa?
España no está en el primer lugar de un antisemitismo grave pero es cierto que afecta a los españoles los movimientos radicales existentes, a veces con virulencia. Existe antisemitismo en España e incluso por algunas autoridades como recientemente la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y su política rupturista de hermandad con Tel Aviv. La respuesta contraria la dio el alcalde de Madrid estrechando lazos con Tel Aviv. Es un ejemplo, pero lo cierto es que hay países europeos donde la gravedad del antisemitismo es mucho peor que en España. España no está en el primer lugar de antisemitismo en Europa, pero preocupan algunas actitudes.
En su trayectoria destaca su participación y apoyo a los movimientos por la paz. En Valencia hay varias iniciativas en este sentido. ¿Cuál es el camino que conduce a la paz?
Desde siempre apoyo a las asociaciones e iniciativas que ponen en valor el acercamiento para conocer al otro, para manifestar y demostrar lo mucho que nos une. Necesitamos atraer más gente hacia los movimientos de paz para que se produzca el encuentro. La paz necesita también un ejército interdisciplinar, con gentes de varias profesiones, que representen a la sociedad en general y se organicen con recursos como socios. Hay mucho que hacer en ese camino para la paz. No se trata de asimilar las tres religiones en una nueva. Cada religión tiene sus comunidades y sus raíces. Es un gran mosaico que tenemos que estudiar para potenciar lo mucho que une desde el respeto al otro.
Si tuviera ahora una entrevista con el actual Rey, Felipe VI, ¿que le diría?
Cuando era Príncipe de Asturias entregó uno de los premios de la Concordia a las Comunidades Sefarditas. Recuerdo que el rabino que dio el discurso se emocionó y lloró, y entonces el Príncipe Felipe se levantó y aplaudió y puso a todo el público en pie, animando al rabino que continuo con su discurso. Si tuviera una entrevista le recordaría que uno de sus títulos es el de Rey de Jerusalén y que soy un súbdito suyo, ya que nací en Jerusalén.
Desde siempre apoyo a las asociaciones e iniciativas que ponen en valor el acercamiento para conocer al otro, para manifestar y demostrar lo mucho que nos une. Necesitamos atraer más gente hacia los movimientos de paz para que se produzca el encuentro.
Tras su presentación en Valencia, Abraham Haim recorrerá la geografía española e iberoamericana para compartir esta gran obra de memorias, combinadas con un archivo documental de correspondencia y documentos de gran valor. Un viaje que comparte con su mujer Dania tras 50 años de apoyo y consejo que le han permitido concluir estas proféticas memorias para la historia de Sefarad.
Abraham Haim, nació en Jerusalén el 6 de diciembre de 1941. Licenciado en Historia del Oriente Medio y Lengua y Literatura Árabe por la Universidad Hebrea de Jerusalén (1965-1968) y Doctor en Historia por la Universidad de Tel Aviv (1985). Fue director general del Patrimonio Sefardí en el ministerio de Educación y Cultura de Israel y presidente del Consejo de la Comunidad Sefardí de Jerusalén. Ha recibido incontables nombramientos desde Comendador de la Orden del Mérito Civil, Presidente de Honor de la Asociación de Relaciones Culturales Segovia-Israel, Presidente de Honor de la Asociación Internacional de la Judería de Toro (Zamora), Miembro Correspondiente en Jerusalén de la Academia de Buenas Letras, Bellas Artes y Ciencias de Huelva, Académico correspondiente de la Real Academia de Doctores de España, Presidente Honorífico del Centro de Estudios Medievales de Ribadavia (Orense), Embajador para la Paz por la Universal Peace Federation durante la asamblea celebrada en Washington D. C., Presidente de honor de la Asociación Monte Sinaí, entre otros.
Fuente biografía: esefarad.com