Mi propósito es rescatar del olvido la historia del pueblo judío de Sefarad (España). Para ello intento, como investigador, poner en valor una experiencia extraordinaria por medio de una ruta turística de norte a sur de la provincia de Soria.
Propongo recorrer las siguientes localidades sorianas para descubrir el legado que dejaron los judíos españoles en Soria.
Empezamos en Ágreda con la curiosa convivencia de una administración civil de Castilla y una religiosa dependiente del obispo de Tarazona, en Aragón. Continuaremos por Deza donde se ha identificado el primer cementerio judío de la provincia y llegaremos hasta la propia ciudad de Soria, lugar de nacimiento de D. Abraham Bienveniste, que fue rabino Mayor de Castilla.
Avanzaremos en una segunda etapa hasta Almazán de donde fue originario D. Miguel Pérez de Almazán, secretario de los Reyes Católicos, y Berlanga de Duero que es tierra natal de D. Luis de Arriaga, primer castellano en conseguir una capitulación de la Reina para colonizar la Isla Española. Al final del recorrido arribaremos a Medinaceli.
Busco con este estudio preservar el rico legado histórico de la presencia judía en la provincia de Soria, muy destacada durante el siglo XV por varios motivos:
En primer lugar, existe una razón “industrial” por el gran desarrollo de la principal potencia económica de Castilla como fue la ganadería ovina, tanto estante como trashumante, a través de la principal Cañada Real de Castilla, la Cañada Real Soriana Oriental. Con estas cañadas se consiguió el desarrollo de una industria textil importante en la ciudad de Ágreda.
En segundo lugar, hay una especial razón “comercial” por razón de la frontera con el reino de Aragón, y el desarrollo de un tráfico muy importante entre las ciudades de Ágreda y Almazán por el lado castellano, y Tarazona y Calatayud, del lado aragonés. Muchos comerciantes judíos realizaron importantes operaciones comerciales.
Y el otro gran vértice comercial de la provincia fue el de la lana, para su exportación a Flandes y la Hansa Germánica desde los puertos de Bilbao o Santander hasta Amberes y Hamburgo. En ese contexto, Almazán era un punto “subsidiario” de la gran feria de ganado que se celebraba anualmente en Medina del Campo, donde ganaderos de Burgos o Vizcaya efectuaban las compras de lana y ganado.
El tercer gran motivo de la destacada presencia judía en la provincia de Soria era el financiero, como consecuencia de los dos anteriores las principales “fortunas” judías sorianas de la época eran habituales financieros de la Corona castellana.
Y por último, la destacada importancia cultural, con la presencia de hombres ilustres nacidos en la provincia (algunos ya citados) donde destaca la presencia de una familia sobre las demás: los Bienveniste. Estos situaron en la Corte a un personaje ilustre como Abraham Bienveniste, Rabino Mayor de Castilla en 1431. También está José Albo, destacado escritor y filósofo, D. Miguel Pérez de Almazán, bisnieto de Abraham Bienveniste, judeoconverso y secretario privado de los Reyes Católicos, D. Hernán Láinez o Francisco y Diogo Mendes, judeoconversos, fundadores de la Banca Mendes y financieros de las expediciones de Vasco de Gama o el conquistador de Brasil, D. Pedro Alvares Cabral, bisnietos también de Abraham Bienveniste.
Hay que unir a todo esto un rico legado gastronómico judío, puesto recientemente en valor con el libro “La Cocina Prohibida” de D. Ángel Martín Martínez, en base a recetas extraídas de las actas de la Inquisición contra judíos conversos de Almazán.
D. Raúl Romero Bartolomé es autor de dos interesantes libros sobre el judaísmo en la provincia de Soria, que son “Bienveniste: una saga de judíos viejos y cristianos nuevos”, y “La Otra Conquista de América: la senda judeoconversa soriana en el Nuevo Mundo”.