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Ruth Fine, catedrática de la Universidad Hebrea, “el Siglo de Oro contiene varias de mis identidades: argentina, israelí y judía unidas por la lengua y cultura española”

Ruth Fine

Escuchar a la profesora Ruth Fine es una delicia para los oídos de uno, acostumbrado siempre a correr de un lado a otro, leyendo ingentes cantidades de información e intentando recoger algunos pocos rastrojos relevantes. Ruth Fine es catedrática de Hispánicas y de estudios Latinoamericanos en la Universidad Hebrea de Jerusalén y nos cuenta mediante zoom desde Jerusalén y a las puertas de Tu B’Shvat lo que significa para Israel esta universidad y nos desvelará los detalles sobre el posible pasado judío de Cervantes.

Su vinculación con España y su tesón para promover las relaciones entre Israel y España mediante la literatura y la academia la definen como académica y como persona. De esta manera Ruth Fine una de las mayores expertas en el Siglo de Oro de las letras españolas y en Cervantes. En 2013 recibió la Orden del Mérito Civil por la Corona española, es académica correspondiente de la Real Academia desde 2016 y además ha sido honrada con el título doctor honoris causa por la Universidad de Navarra en 2019.

La Universidad de Hebrea de Jerusalén poseé una historia de creación excepcional, ¿nos podría iluminar cómo fue aquél momento?

A fines del siglo XIX en Europa especialmente en países en los que había intelectualidad judía importante como Alemania, había un numerus clausus, es decir, una limitación de judíos que podían entrar a las universidades. En el Congreso Sionista Mundial se decide crear una universidad para el pueblo judío. Es decir, no una universidad que sirviera solo para el pueblo judío, si no universalista, pero a la que el pueblo judío tuviera acceso.

Esto fue recibido con mucha alegría y especialmente se contó con el apoyo de grandes científicos, alguno de ellos muy conocidos. En primer término está Einstein, que se puso en campaña para conseguir fondos y para lograr la creación de esta universidad. Otro que también apoyó y mucho, fue Martin Buber, también Freud y Weitzman. La lista es muy larga.

El proceso comenzó con una compra previa por judíos en el Monte Scopus en Jerusalén que en ese momento era el Imperio Otomano y luego fueron consiguiendo fondos. Luego, durante el Mandato Británico se logra colocar la piedra fundacional en el año 1918 y en año 1925 se funda la Universidad Hebrea. Muy pronto es el centenario.

En realidad es a finales del siglo XIX cuando se empieza a crear esta posibilidad de una universidad del pueblo judío, parecía una utopía, y era una utopía también la creación del Estado de Israel.

¿Podemos asegurar que los judíos de Palestina tuvieron antes que una autonomía territorial y política un centro intelectual, una universidad?

Sí, esto una peculiaridad y es algo que tiene mucho significado para el país, porque esta universidad está estrechamente ligada a la historia de Israel. Primero la educación, la visión científica e intelectual y luego la política. Ese fue el orden y fue algo sorprendente. En realidad es a finales del siglo XIX cuando se empieza a crear esta posibilidad de una universidad del pueblo judío, parecía una utopía, y era una utopía también la creación del Estado de Israel.

Cuando se funda la universidad y se abre el acto de inauguración, habrás visto seguramente un cuadro muy famoso, quien habla allí es Lord Balfur, el conocido autor de la Declaración Balfur. Y se hizo en lo que llamamos ahora el antiteatro del Monte Scopus que está a cielo abierto mirando al desierto con una visita maravillosa.

¿Qué escuelas, facultades abrieron primero sus puertas? Porque supongo que estas ramas del conocimiento eran las más importantes que se trajeron de Europa y ¿quizá las más demandas después?

Los primeros institutos que se crean son los de matemática, física, y estudios judaicos. La idea que traía Einstein y sus colegas alemanes era la de crear algo similar al modelo a emán de institutos de investigación para posgrados. Pero inmediatamente se vio que había una necesidad urgente de facilitar una universidad para los grados primeros porque no había. Entonces se abrió también para las licenciaturas. Esta fue la razón por la que Einstein no aceptó ser el rector de la Hebrea. Weitzman fundó el que seguro que conoces también el Instituto Weitzman que posee esa estructura específica que ellos querían.

La primera conferencia fue dictada por Einstein en francés sobre la teoría de la relatividad. En ese momento la lengua científica era el francés. Y al día siguiente los periódicos de Palestina alabaron con entusiasmo la conferencia que seguramente en aquél momento nadie entendió una palabra porque estaba en francés.

Esto empezó a crecer y en 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 181 declaran la partición del  Mandato Británico en Palestina. Los países árabes no lo aceptan y se declara la guerra. El Monte Scopus queda como un enclave dentro del territorio jordano. Se intenta mantener los estudios aquí pero una caravana de estudiantes y profesores es atacada y fueron asesinados más de ochenta. De este modo se decide trasladar la universidad a la parte occidental y recién se reabrirá en el año 1981 después de la Guerra de los Seis Días cuando Jerusalén se unifica.

¿Cuántos alumnos, cuántas facultades componen hoy la Universidad Hebrea?

En este momento la Universidad cuanta con 6 campus y 23.000 estudiantes. Una plantilla de más o menos 1.000 profesores. Los campus están localizados en Monte Scopus con Ciencias Sociales, Humanidades, Arqueología, Educación; en Givat Ram están las ciencias duras, medicina, odontología en Ein Krem; en Eilat está en Instituto de Oceanografía y en Rehovot agronomía.

Usted nace en Argentina, estudia y se marcha a Israel como tantos y tantos, pero que creo que los lectores están esperando a que nos cuente por qué surgió su interés en los estudios de Hispánicas y ¿por qué estudiar a España desde Jerusalén?

Yo estudié mi primer título, mi licenciatura en la Universidad de Buenos Aires porque soy argentina. Eran años muy difíciles, los años de la dictadura. La universidad estaba intervenida y el nivel académico respecto de las nuevas teorías era malo. Entonces yo decidí irme para hacer un doctorado y tenía dos opciones, o Wisconsin en Estados Unidos donde podría tener una beca o Israel. A mí me interesaba realmente tener la experiencia israelí, soy judía y siempre había tenido ese deseo.

Había escuchado que había un departamento de estudios hispánicos en Jerusalén y que tenía muy buen nivel. Primero vine como turista para hacer contactos y me encantó y me decidí. Vine sola sin mi familia, tenía con 24 años.

Mi idea inicial era investigar las Jarchas, son una composición medieval que tiene el primer romance castellano y están escritas en caracteres árabes y hebreos y con vocabulario árabe y hebreo. Empecé a estudiar árabe pero me di cuenta que necesitaría mucho tiempo para ello. Entré en mi doctorado en algo que no había tenido en Buenos Aires que era la teoría literaria. Dado que yo venía con una formación muy buena de Argentina, la que era entonces directora Myrna Solotorevsky, que también era mi directora de tesis, me ofreció empezar a enseñar determinados cursos y así es como empecé.

Ruth Fine Vargas Llosa
Profa. Ruth Fine junto al escritor M. Vargas Llosa. ©Andrés Lacko

¿Enseña en español o en hebreo?

Los cursos introductorios los enseño en hebreo y a partir del segundo año en español.

¿Cuáles han sido las líneas principales de investigación del departamento de Hispánicas?

El departamento fue creado en el 67. En ese momento había una inmigración considerable de los países hispanohablantes de América y es un poco la creación de este departamento. Se creó y se sigue manteniendo como un lugar que tiene varias disciplinas no solo Hispánicas. En Filología, el departamento tiene Historia, Lingüística y Literatura. Las líneas principales verían según la especialidad de los catedráticos Desde un comienzo hubo catedráticos en Historia especializados en Historia colonial, Historia del Imperio Inca se hizo un grupo muy importante donde incluso se enseñaba Qechua y en Historia Latinoamericana contemporánea con énfasis en la sociedad Latinoamérica con un profesor que era sociólogo.

En Literatura, las líneas principales son Teoría Literaria y Literatura del siglo de Oro, y esto último es un poco culpa mía – sonríe-.

Otra de las líneas son la Lengua y Cultura en judeoespañol o ladino. Aldina Quintana y Matan Stein trabajan ahí. Se me olvidaba, también tenemos Literatura y Lengua Portuguesa, literatura hispanoamericana contemporánea y el área de Mauricio Dimant enfocado populismos, estudios de migraciones a y de América Latina, federalismos. También investiga aquí la profesora Claudia Kedar que es especialista en historia económica de América Latina. 

¿Cuáles han sido sus últimas investigaciones?

Me volqué al Siglo de Oro español porque es un periodo que me permite unir varias de mis identidades: la argentina, israelí, la judía unidas por la lengua y cultura española. Todos esos cruces me interesan mucho.

Trabajé muchísimo a Cervantes, toda su obra y no solo a El Quijote. Soy cervantistas. Trabajé también y trabajo la literatura de conversos al cristianismo. Dentro de este gran tema trabajé la literatura de los hispano portugueses que se radicaron en Ámsterdam y también norte de Europa. Uno muy conocido que no es un autor de literatura es Spinoza. Y últimamente tengo un proyecto apoyado por la Academia de las Ciencias de Israel que compara las narraciones de conversión de judíos y de moriscos convertidos al cristianismos.

Don Quijote nunca dirá que es “cristiano viejo”, lo dirá Sancho solamente. Don Quijote jamás va a misa, casi no menciona ni a Cristo ni a la Virgen, solo a Dios. Era algo sorprendente para la época.

Cervantes nace en mitad de la judería de Alcalá de Henares y se dice que pudo ser judío converso. ¿Tenemos pruebas en la literatura o la misma vida de que Cervantes pudo haber tenido un pasado judío?

Este tema está sin resolver en cuanto a su biografía personal. Hay muchos indicios, pero recuerda que gran parte de la población española tiene origen judeo-converso. El caso de Cervantes te puedo dar algunos datos.

El primer de ellos es que cuando presentó el documento de limpieza de sangre, este documento es totalmente falso. Es como si yo voy donde mis vecinos y les digo “vengan por favor y firmen y digan que conocen a mi familia”, es decir, no tiene ningún valor. Segundo, sabemos que sus hermanas ninguna pudo hacer un buen matrimonio y eso es algo que sabemos que ocurría con las conversas. Otro dato es que otra hermana tomó los hábitos, fue al Convento carmelita de la Concepción en Alcalá de Henares, un convento que aceptaban a conversas.

Y lo muy famoso es que pidió regresar del Norte de África y ser trasladado a Potosí y en otros sitios de México y el Rey no se lo dio.

Claro, juntando estas pistas podríamos imaginar que sí fue converso ya que esto era algo que sucedía con frecuencia en la sociedad española conversa de entonces, ¿pero tenemos rastros culturales judíos en su literatura?

En su obra tenemos cuestiones interesantes. Don Quijote nunca dirá que es “cristiano viejo”, lo dirá Sancho solamente. Don Quijote jamás va a misa, casi no menciona ni a Cristo ni a la Virgen, solo a Dios. Era algo sorprendente para la época.

Luego en el capítulo 9, famoso, cuando el narrador/autor va a buscar la continuación del texto lo hace en Toledo, la ciudad de las tres culturas. Y allí encuentra unos cartapacios que contienen papeles sueltos que están escritos en caracteres arábigos. El texto dice que no le costó mucho encontrar un traductor y de haber buscado un traductor de una lengua más antigua y mejor, lo habría hallado. Y eso es por supuesto el hebreo.

En el teatro tenemos a judíos, aparecen judíos. Menciona incluso conceptos en hebreo como trefe que es la carne no kosher. Si bien los judíos allí aparecen victimizados también ellos viven en libertad y le responden al cristiano que los victimiza. Son todos indicios de una visión mucho menos convencional de lo judío.

Una de mis investigaciones es que hay muchas referencias al Antiguo Testamento. En El Quijote encontré más de 300. En el Nuevo Testamento hay muchas menos.

Casa Natal Cervantes
Patio de la casa natal de Cervantes, Alcalá de Henares. ©Casa Natal Cervantes

¿Con qué universidades españolas está acostumbrada a colaborar o liderar investigaciones?

Ayer justo me pidieron formar parte de un equipo de la Universidad de Navarra que quiere trabajar sobre la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina. Así que sí, yo personalmente tengo estrecha relación con España. Además tenemos varios acuerdos con la Universidad de Alcalá, con la Complutense, tenemos proyectos con la Autónoma con la Francisco de Victoria, Navarra, Oviedo, Sevilla muchos más. Tenemos programas Erasmus.

¿Está el español en auge?, ¿es por eso que los estudiantes israelíes se acercan a España y América Latina?

A nuestros estudiantes les fascina España y es uno de los motivos por los que llegan al departamento. Tenemos un alumnado considerable dentro de lo que es el departamento en Israel, unos 150 estudiantes. Está considerado un departamento mediano y el único de Hispánicas de Israel. Los estudiantes en un 99% son israelíes y tienen que adquirir el idioma español. Les fascina el español y el español, como dices, está en un boom en el mundo.

Algunos ya llegan con algún conocimiento, o bien porque han estado en Hispanoamérica y en general por las telenovelas.

Tenía esa pregunta reservada, pero no me atrevía a preguntar. ¿Es verdad que los israelíes en general aprendieron español con las telenovelas? Yo recuerdo que lo escuché en varias ocasiones, pero pensé que era más bien un rumor.

La telenovela fue un hecho y toda una revolución en Israel pero además los israelíes viajan mucho a España y está muy cerca culturalmente: el español, la música, el baile, la gastronomía tienen mucho éxito. Les fascina. En los programas Erasmus siempre faltan vacantes para todos los que lo solicitan para ir a España. Además yo los llevo a hacer la ruta del Quijote y están entusiasmados en la lengua y literatura.

En cuanto a las Relaciones Internacionales entre España e Israel, que no siempre son fáciles y en este sentido creo que tiene más bien culpa España, donde sigue habiendo un halo de ignorancia respecto a Israel donde convergen la desinformación y con política antisraelí de ciertos sectores de la política española, ¿cree que la academia ayuda?, ¿reciben  ustedes estudiantes españoles en general en Israel?

Lamentablemente no es bidireccional. Israel en España tiene mala prensa y especialmente entre los jóvenes y es algo muy difícil de cambiar. Yo siempre lo menciono cada vez que puedo, en este sentido creo que se puede hacer mucho más.

Creo que desde mi experiencia, cuando los chicos españoles y chicas vienen a Israel se enamoran, les cambia totalmente la perspectiva. Tenemos varios casos que se han quedado, de modo que es la mejor manera de acercar a los dos países.

Muchas gracias profesora Ruth por su tiempo y por iluminarnos tanto con los orígenes del departamento de Hispánicas en la Hebrea como ese fascinante mundo de un posible Cervantes converso que puede haber pasado desapercibido siglos en nuestra historia.

Muchas gracias.

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