Señales de vida
Ahora cierra los ojos e intenta detener el enfado. Intenta parar la rabia hacia todos aquellos tan merecedores de la santa rabia que arde en ti. Cierra los ojos y permítete, sólo por un breve instante, sólo sentir el dolor, sólo hesitar, confundirse, lamentar, arrepentirse. Ya tendrás una vida entera para perseguir, vengar, saldar las cuentas.
Pero ahora, sólo cierra los ojos y mira hacia adentro, como un satélite merodeando la zona de la catástrofe, en búsqueda de señales de vida. Con todo lo que se llevaron, aún eres un ser humano. Herido, sangrando, enfadado, adolorido, asustado, ahogado en tristeza, pero aún así, ser humano. Inhala profundamente e intenta recordar cómo se siente. Pues sabes que, dentro de un momento, cuando abras los ojos, todo desaparecerá.