La tradición del Jubileo se remonta al Antiguo Testamento, donde se menciona en el libro de Levítico (Capítulo 25). La Iglesia Católica adoptó esta práctica en el año 1300 bajo el papado de Bonifacio VIII, quien estableció que se celebrara cada 100 años. Con el tiempo, la frecuencia de los jubileos se redujo, primero a 50 años, luego a 33, y finalmente a 25 años. ¿os habéis fijado en los números?
Recuerdo con mucho cariño el anterior Jubileo Ordinario celebrado en el año 2000 cuando el entonces papa y actualmente San Juan Pablo II, con paso lento, sonrisa generosa y encuentros inolvidables, nos visitó y miles de peregrinos siguieron sus pasos. En el Ministerio de Turismo de Israel lo vivimos como un momento excepcional.
El próximo Jubileo Ordinario 2025 acaba de ser anunciado por S.S. el papa Francisco. Como si hubiera ocurrido “casi ayer”, vamos a vivir otro. En esta ocasión me tendré que poner gafas. ¡Tempus fugit!
En el Jubileo Ordinario, los fieles son animados a peregrinar a las basílicas principales en Roma, en Tierra Santa o a otros lugares designados por el Ordinario del lugar. Este Jubileo está dedicado a la Esperanza. Con profundo respeto y ánimo me uno a esta bella palabra que brilla en los corazones de todas las personas de buena voluntad.
Los peregrinos tendrán la oportunidad de alcanzar el Jubileo en dos lugares en Israel: en la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén o en la Basílica de la Anunciación en Nazaret.