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Paulina Tuchschneider, autora de La Soldada, “en el ejército también están las personas que no paran de llorar”

Paulina Tuchschneider
Paulina Tuchschneider (C) Alon Reuveni

La soldada es la primera novela publicada por la israelí Paulina Tuchschneider, ahora en español de la mano de Periférica.

Cuenta la historia de una soldado israelí que sufre, está llena de ansiedad y de temores, pero que inicia su servicio militar en una base lejana en el norte poco antes de la guerra de Líbano del año 2006. Paulina nació en Polonia en 1987 y su familia emigró a Israel cuando ella tenía apenas 2 años.

Paulina Tuchschneider
Paulina Tuchschneider Foto: (C) Yaeli Gabrieli

No puedo evitar la pregunta del timing. La Soldada se está publicando mientras Israel se encuentra en guerra en dos frentes, el ejército israelí sale en las noticias todos los días y hay llamados a boicot a todo lo israelí, ¿temían sacarlo al mundo justo ahora?

Es una bendición y una maldición. Este libro se envió para ser traducido desde el principio, muy poco tiempo después de su publicación en Israel. Pero las cosas se mueven lentamente en el mundo literario. Ya estaba planeado desde hace mucho que se publique en enero del 2024. Así que por un lado es una bendición porque hay un interés, por otro lado, me quedo pensando, ¿ahora tengo que ser la embajadora del ejército? La respuesta por supuesto es que no.

Es un libro muy personal y pequeño. Estamos acostumbrados a historias de soldados héroes o del Mosad. Pero aquí tenemos a una chica con un relato muy personal, su batalla es dentro de su cuerpo o frente a las otras mujeres con quienes comparte el espacio.

Me alegra saber que una persona coja el libro en la librería por el título y al final reciba una ventana a algo inesperado. Estamos viendo la situación a través de los ojos de una niña de 18 años, que tiene muchas dudas y ninguna respuesta. Ella sólo espera sobrevivir el día a día, y eso es lo que me interesó. Con Israel siempre podría haber un “timing” complicado, sin duda ahora es una situación muy difícil.

Portada La soldada

Cuando se publicó el libro, muchas mujeres me escribieron para contarme lo mucho que se identificaron, y eso es lo que pienso que el arte debe hacer. Cuando uno escribe, su sueño es que alguien lo lea y se emocione, se identifique.

No es un libro autobiográfico, pero sí está relacionado con su propia experiencia en el servicio militar. ¿Sintió alivio durante la escritura y cuándo lo dio por terminado?

Esa es la cosa extraña del libro. No recuerdo cómo lo escribí. No recuerdo un momento en el cual dije: “listo, terminé”. He pensado mucho sobre esto, intenté verlo desde fuera, y no me recuerdo escribiendo. Me imagino que comencé escribiendo sobre mis propias experiencias y en algún momento hubo una separación y el texto se convirtió en otra cosa. Por un lado, traté mis propias heridas, por otro lado, el texto se convirtió en una creación independiente en la cual suceden todo tipo de cosas.

Cuando me mudé de casa, encontré muchos cuadernos y en uno vi el primer borrador de Soldada, y de repente me di cuenta que eso sucedió de verdad, yo sí me senté y lo escribí.

El alivio llegó después. Cuando se publicó el libro, muchas mujeres me escribieron para contarme lo mucho que se identificaron, y eso es lo que pienso que el arte debe hacer. Cuando uno escribe, su sueño es que alguien lo lea y se emocione, se identifique. La protagonista es una chica que se enfrenta constantemente a ser diferente a los demás. Parece que todos los demás les va bien, todos se ríen, parece que ya se conocían, y el hecho de que muchas mujeres me digan que ellas se sintieron así, eso es lo que me dio una sensación de alivio. 

¿Cuál fue su mayor trauma?

El libro gradualmente se encierra, todo se hace cada vez más sofocado. Para mí el mayor shock fue compartir el espacio con tantas mujeres. Como dijo Sartre: El infierno es el otro. El no poder controlar tu espacio, esa invasión masiva de la vida cotidiana de las demás. Pero la protagonista se va encerrando y en algún momento de verdad se tienen que encerrar en un búnker porque estalla la guerra y todo alrededor de ella se derrumba y se intensifica la tensión entre el cuerpo y la mente.

¿Y hay algo bueno que sienta que le dio el ejército?

Lo bonito del ejército es que integra a todas las partes de la sociedad. Yo conocí ahí a una de mis mejores amigas. Uno vive cosas muy extremas con gente que pertenece a otros entornos sociales. Pero claro, también tengo a veces envidia de los europeos que no tienen que madurar tan rápidamente y pueden mantener algo de la infancia con 19 o 20 años. Ellos tienen el privilegio de no necesitar servir en el ejército. En Israel casi todos los hacen y salen rayados, necesitan meses de descanso tras el servicio. 

Ahora estoy pensando constantemente en los soldados y los civiles que saldrán de esta guerra con tanta necesidad de apoyo psicológico. Escucho las noticias y hay muchas historias de heroísmo, muchas de ellas de mujeres, fue la primera vez que mujeres lucharon en tanques, por ejemplo. Hay muchas mujeres muy fuertes que han hecho cosas increíbles, pero yo también pienso en las mujeres que no quisieron ser heroínas, que tenían miedo, que quizá no hicieron lo correcto, porque las situaciones son imposibles. 

¿Qué ha cambiado en los últimos 20 años con respecto a cómo se ven las personas que no cumplen el servicio militar por razones psicológicas?

Algo muy bueno que ha cambiado es que se habla abiertamente del post trauma. Se habla de los soldados que han perdido amigos en la batalla, que fueron heridos y esos temas ya son reconocidos como post trauma y son tratados. A mí me interesó hablar de las cosas que no se consideran traumáticas, como de repente vivir con otras 6 chicas en una habitación. Para la protagonista, ir a las duchas es una guerra para mantener las fronteras de su cuerpo.

No me sorprende que a muchos hombres no les gustó el libro. Es una protagonista histérica, llorona. Cuando en el ejército están todos, también están las personas que no paran de llorar.

El título del libro en España es La Soldada, lo correcto según la RAE sería la Soldado, así como se publicó en Argentina. En España optaron por esta versión, ¿qué opinas de eso?

Hubo un debate dramático sobre este tema entre las editoriales de España y Argentina, fue a finales de octubre, mientras nosotros corríamos al refugio tres veces al día y temíamos por nuestras vidas y yo pensaba: “qué suerte tiene esa gente que tiene un debate sobre cosas simpáticas. Yo que tengo ciertas obsesiones, me molestaba más que los títulos no son idénticos”.

Mi familia no lo había hecho antes porque no eran sionistas, mi abuelo era comunista de verdad y causaba problemas, cada primero de mayo lo encarcelaban sólo por si las dudas…

¿Nos podría contar un poco la historia de la Aliá de su familia de Polonia a finales de los años 80?

Mi madre en el fondo siempre quiso hacer aliá, sufría un poco de antisemitismo en Polonia y creo que mi nacimiento la empujó a hacerlo para que yo no viva ahí. Mis padres se separaron y ella realmente lo hizo como una escapada. Llegó a Israel conmigo de turista y no volvió. Justo después se derrumbó el gobierno comunista y ella casi estaba enfadada de que no estuviera ahí para vivirlo. Mi familia no lo había hecho antes porque no eran sionistas, mi abuelo era comunista de verdad y causaba problemas, cada primero de mayo lo encarcelaban sólo por si las dudas… Polonia era su casa, y se quedaron, aunque no era fácil la vida ahí como judíos, siempre ha habido mucho antisemitismo, hasta hoy.

En otra entrevista decía que, si alguien quiere entender algo sobre qué es ser israelí, encontrará la respuesta en el ejército. ¿Cuál sería la definición de ser israelí para usted?

 Lo israelí es una invasión al espacio privado, para bien y para mal. Eso se nota aún más ahora con la guerra, todo el mundo ayuda de alguna manera, ese esfuerzo por el bien colectivo, sobre todo en situación de emergencia. Esa sensación de barrio, de pasar las cosas juntos, de poder acercarse a cualquier persona y ser sincero y abierto.

¿Cuándo presenta La Soldado en Madrid?

A finales de abril, estaré encantada de verlos ahí. Muchísimas gracias.

 
 
 
 
 
TRADUCCIÓN DE: Esther Cross
COLECCIÓN: Largo recorrido
ISBN: 978-84-18838-97-2
PÁGINAS: 104
PVP: 14,50 
FORMATO: 13,5 x 21 cm
PUBLICACIÓN: 01/2024
La Soldada

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